7.09.2017

Sincronicidad

Ahora parece que cada año me surge una nueva idea para escribir aquí. Aunque solo "parece", en realidad hay tantas cosas que voy descubriendo y que quisiera compartir, pero a veces siento que escribir aquí es escribirme a mi misma y no va más allá de eso. Siempre que comparto algo aquí, tengo ganas de compartirlo con las personas, que sepan que hay algo más allá que pensar en lo que la vida común nos hace pensar (trabajo, estudio, familia etc.), pero son pocas las personas que podría asegurar me entienden, pocas personas que yo conozco porque ahora estoy segura que hay millones de personas que piensan como yo y me podrían entender perfectamente.
Puedo asegurar que no soy la única en este espacio-tiempo que piensa en energías, en espiritualidad, en caos y ahora orgullosamente puedo darle un nombre a lo que ya pensaba y es sincronicidad.
Les hablaré un poco del tema, pero en realidad anteriormente ya lo había mencionado, solo que desconocía su nombre. ¿Recuerdan cuando les comenté que de alguna forma todos estamos unidos por energía? De esto trata finalmente, de las casualidades que tenemos a diario y que a veces no podemos encontrar el significado. Muchas veces estamos acostumbrados a pensar la causa-efecto, y durante nuestro paso en el mundo, podemos hacer cosas que finalmente tienen un efecto en el Universo, pero existen otros tipos de hechos que simplemente pasan y no podemos encontrar alguna causa y es cuando nos adelantamos a un futuro y acertamos cuando decimos que simplemente tenía que suceder y cuando llegamos a un punto en el que comprendimos el porque sucedió así, es cuando nos preguntamos ¿será que nuestro destino ya está escrito?. 
Recuerdo alguna vez cuando tenía unos 15 años, surgió este tema con un grupo de amigos religiosos que tenía. En aquel momento yo aseguraba que en cierta forma nuestro destino estaba escrito, Dios sabía perfectamente el plan que tenía para cada uno. En ese momento un compañero me dijo que no se le hacía justo, no ser libre de decidir sobre su propio destino, lo que llamamos "libre albedrío". Yo reflexioné mucho tiempo sobre esto, en cierta forma habían dos pensamientos que chocaban, si Dios ya tenía un plan, porqué mencionar que nosotros podemos lograr lo que queremos si ponemos todas nuestras energías en ello. Permítanme, poner una pausa aquí y retomarlo después.
Hace poco me sucedieron una cadena de situaciones, justo empezando el año conocí personas, personas que en específico me hicieron descubrir cosas nuevas, y no precisamente de la mejor forma. La forma en que los conocí fue similar, en el mismo lugar. Que ironía que justo en el mismo lugar, mi mundo dio un giro, y hasta ahora sigo descubriendo que mi energía aumento tanto, mi seguridad y el dejar fluir todo, me ayudó a descubrir mucho más de lo que esperaba. 
La persona 1, se sintió atraído por mi por la forma en la que en general, todo mundo me conoce. Una persona alegre, segura, fuerte, capaz etc. Sin embargo, mi forma de ser va más allá de eso, como todos los humanos, también caigo en el "asunto" terrenal de sentir fuertemente algo hacia las personas y "las personas" no comprenden que así soy y no siempre estoy esperando algo a cambio. Al menos eso creo yo, al menos mi conciencia me dice eso. La persona 2, fue una situación parecida sólo que en algún momento pensé que yo podía cambiar mi forma de ser, ser más fría, no sentir nada al respecto y seguir mi vida como si las personas que pasaran aquí no importaran nada. Lo que pasó es que tarde o temprano demuestro quien soy, y casi nadie esta dispuesto a recibir sin verse obligado a dar, o en mi caso, no se que tanto estaba dispuesta a dar, sin recibir más que su rechazo. Al final de cuentas las dos historias terminan igual, se alejan de mi y esta vez de la noche a la mañana es como si nunca nos hubiéramos conocido. Hasta este momento sólo pensé que yo era la única culpable, por dar más de lo que me toca dar y es que no puedo tener un termino medio... doy todo o mejor nada. En seguida me disculpé y acepté que mis actos no representaban lo que yo decía, el decir que me daba indiferencia la situación, fue simplemente mentir. 
Después de esta cadena de situaciones, que fue solo un poco de lo que me ha pasado, me di cuenta de la nada, que mi vida tenía que cambiar, que yo tenía que enfocarme en mis verdaderos sueños y todo lo que me pasaba de alguna u otra forma me iba alejando o distrayendo. Conocí a una persona en el momento indicado, alguien que leerá esto y me entenderá perfectamente, no sé porque estoy tan segura de ello si apenas lo conozco, o tal vez si lo sé y es porque siento que es alguien cercano a mi, pero no de esta vida. 
Toda la pausa anterior, es porque gracias a esta persona que "apenas conozco", descubrí lo que es la sincronicidad, que es una combinación de todo lo que ya pensaba desde antes. Ahora puedo decir que todo lo que hacemos a diario, es por una razón y que cualquier cambio que hagamos en nuestro camino, solo nos hace cambiar de camino, pero en sí, el camino ahí está solo que con varias bifurcaciones. Ahora me siento en paz, como si fuera casualidad el haber conocido a alguien que entendiera todo lo que sé desde que nací, o al menos eso pienso ahora. Tengo que fluir y ser yo en mi totalidad.
Me encanta saber que todos estamos hechos de la misma materia, de la misma energía, que en este mundo lo que alguien haga a miles de km de distancia nos afecta de alguna forma, que probablemente tenemos una atracción mayor a ciertas personas, por lo que han sido para nosotros en otra vida, en otro mundo, en otro Universo.
Ahora es tiempo de continuar y darle un nuevo camino a mi vida.
Somos un Universo y conjunto de partículas donde recordemos que somos más que la suma de las partes del todo.